13 trabajadores muertos

En menos de 2 meses, son 13 los trabajadores fallecidos en su puesto de trabajo en Hegoalde. Estos hechos parece que no son un tema que preocupe mucho, ni a empresarios ni a gobernantes.
Desde las instituciones se mira para otro lado. La mayoría de los empresarios, ni miran.


La realidad laboral que estamos viviendo es grave, con grandes consecuencias para la salud y para la vida. La cifra de fallecidos en accidentes de trabajo así lo demuestran.
Las estrategias economicistas son cada vez más agresivas. Hay personas a las que todo les vale para obtener mayor rendimiento económico.

Las condiciones laborales, no solo las económicas, son cada vez más precarias: contratos irregulares, jornadas sin descanso, sueldos irrisorios, retraso en la edad de jubilación…
El aumento de la precariedad y la dejación de las administraciones son algunas de las causas de los graves accidentes de trabajo que estamos viviendo.
La formación y la prevención, en vez de ser una prioridad y una inversión, en muchas empresas solo existen sobre el papel, en otras ni eso.

Empresarios sin escrúpulos, que solo quieren resultados, importándoles muy poco el coste que eso supone para su personal. Solo les importa su beneficio económico.
Las instituciones deberían ser el galante de que se forme y se apliquen las medidas de prevención necesarias para trabajar con garantías para todos y todas. Lo que vienen haciendo es desentenderse y echar balones fuera. Hacen una dejación sin límites de sus obligaciones, no haciendo un seguimiento a las empresas para hacer cumplir la ley de prevención de riesgos laborales.

Muchas empresas, incluida la administración, no hacen las evaluaciones de riesgos profesionales, no hacen los simulacros de evacuación, no suministran a su personal los materiales necesarios para trabajar con seguridad.
La privatización de servicios a lo único que lleva es a la precariedad de los puestos de trabajo y consecuencia de ellos, de las condiciones laborales.

Esta cruda realidad nos ha llevado a que hoy 2 trabajadores están desaparecidos desde hace 22 días, dos familias viviendo una agonía insufrible y una administración pidiendo perdón con la boca pequeña, tras haber hecho dejación de sus responsabilidades.

No podemos dejar de reivindicar un trabajo digno y seguro para todos y todas. No sirve salir a la calle cada 28 de Abril defendiendo el derecho a la salud laboral y pasar la hoja del calendario.
Es necesario educar en la salud laboral, en la prevención de riesgos y en la evaluación de los mismos. Solo así conseguiremos reducir el número de víctimas de accidentes laborales.
La vida y el trabajo son dos derechos totalmente compatibles, y no debemos permitir a quienes nos los niegan que jueguen con ellos…