Aprendamos de los errores

Llevamos unos meses viviendo una situación muy dura. Cuando empezaron a llegar las primeras noticias del coronavirus eran muy lejanas, tanto como China. Desgraciadamente se nos acercó antes de lo que nadie hubiera pensado, pero nos dijeron “tranquilos, la sanidad vasca tiene recursos, es como una gripe fuerte”, y nos lo creímos. Nos mintieron.

Cuando pasó de ser una gripe fuerte a ser una epidemia, ante los primeros fallecimientos tuvimos que oír declaraciones como “era octogenario y con patologías de base”. Vergonzoso. Eran y son personas. Personas mayores que se merecen todo lo bueno que tengamos para ofrecerles, y más.

La situación se fue complicando cada vez más. Las administraciones, con enorme prepotencia, nos siguieron mintiendo, pero ya no les creíamos y nos costará mucho poder volver a creerles.

La ciudadanía, una vez más, fue por delante de las administraciones, como por ejemplo los taberneros del Casco Viejo de Gasteiz, que viendo que el gobierno de Lakua no tomaba medidas, decidieron no abrir sus negocios. Trabajadores y trabajadoras obligaron al cierre de sus empresas, para contener la pandemia, porque los grandes empresarios, con el apoyo del Gobierno de Lakua, antepusieron el dinero a la vida. De los autónomos, de los baserritarras… Lakua ni acordarse. Tal vez sería mejor que no se acordaran, porque cuando lo hacen es para hacerles daño. Qué poco le importamos al poderoso don dinero. En pueblos y ciudades, los jovenes fueron los primeros en organizarse para prestar ayuda a quien la necesitara, encontrandose con impedimentos por parte de algunos ayuntamientos para poder hacerlo.

El tratamiento que desde las instituciones se esta dando a nuestros mayores es inhumano. Mayores que trabajaron muy duro para que disfrutáramos del bienestar, que en épocas de crisis han sido el sustento de la sociedad. Las administraciones se han olvidado de ellos y ellas, y ahora los han abandonado.

Es escalofriante la situación que se está viviendo en muchas residencias, no conociendo la realidad, sobretodo en Bizkaia, debido al oscurantismo con el que el Diputado General trata estos datos. Diputado General que con su actitud no está dejando ayudar a los ayuntamientos que así lo desean. Trabajadores y trabajadoras con malas condiciones laborales, ninguneadas por las administraciones (no olvidemos las palabras de los Diputados Generales en situaciones de conflictividad laboral), que han blindado las residencias para proteger a nuestros mayores. Lo han hecho sin material de protección, sin ayuda de las instituciones, con plantillas aun si cabe, más insuficientes. A pesar de esto, a pesar del dolor emocional, tratan de dar los cuidados y el cariño que los abuelos y abuelas no pueden recibir de sus familiares.

Esta pandemia está dejando al descubierto lo que durante años se venía denunciando. Desde el Gobierno de Lakua, junto con sus socios en administraciones locales y forales, han venido apostando por las privatizaciones y amortizaciones de servicios públicos. Han reducido camas y plantillas en la sanidad pública para dejar enriquecerse a las privadas, en muchos de cuyos consejos de administración se encuentran verdaderos clanes de partido. Han privatizado la atención a los mayores, tanto en su domicilio como en las residencias, permitiendo que quienes las gestionan, con gran avaricia, cobren cantidades estrepitosas y no acordes a los servicios que se dan.

Han colaborado con la educación privada, mal llamada concertada, en detrimento de mejora de la pública. Un ejemplo claro es que hay familias en las que sus hijos e hijas no disponen de los medios necesarios para seguir su educación desde casa. Han sido los profesores y profesoras quienes se han preocupado y exigido ayuda para ello.

Los investigadores vascos, otros grandes olvidados. En un tiempo record, 10 días, y por iniciativa propia, han desarrollado un test alternativo, con una fiabilidad del 92% para diagnosticar el Covid-19. Además, han localizado los laboratorios de Euskal Herria donde se podrían realizar. Es decir, se lo han puesto en bandeja. ¿Cuantos días tardará el Gobierno de Lakua en ponerlo en marcha y hacer test a toda la población?

Esta pandemia va a ser un antes y un después. Debemos construir una sociedad que apueste a futuro. Una sociedad que invierta en servicios públicos y de calidad: sanidad, educación, servicios sociales, investigación… Una sociedad en la que las personas estemos por delante de los intereses económicos de unos pocos.