Confinamineto sanitario si, pero aborregamiento social no

A lo largo de este año estamos viviendo situaciones muy duras. La tragedia del vertedero de Zaldibar fue el inicio de muchos despropósitos. Tragedia, catástrofe o accidente laboral, que causó dos trabajadores muertos, cuyos cuerpos a día de hoy siguen sin aparecer. Este vertedero fue autorizado días previos a que la nueva corporación tomara posesión de sus cargos,porque el PNV veía perder la alcaldia. El señor Erkoreka dijo que la responsabilidad era de la empresa que lo gestionaba, pero no dio los nombres, muy conocidos, de esos gestores ni las razones de la privatización de este servicio. Seguida a esta tragedia, llegó otra, la primero epidemia y después pandemia de la Covid-19.

Este confinamiento que estamos sufriendo esta dejando a la luz que los intereses de unos pocos, siguen primando sobre las necesidades de muchos. La pandemia es una realidad, tan real como que ha causado muchas muertes, y seguirá causándolas, con el dolor que eso conlleva. Muertes con nombres y apellidos, a pesar de que nos los vendan como números.

El gobierno español ha aprovechado esta situación para ningunear a los gobiernos autónomicos. Si alguien tenía dudas de ello, ha estado dando ruedas de prensa para hablar de la crisis sanitaria, escoltados por dos mandos militares. Estos, cuando han tenido voz, han dejado muy claro cuál es su papel. Los diferentes ministros y ministras que toman parte en estas ruedas de prensa, recuerdan diariamente quién tiene el mando y da las órdenes. El gobierno de Lakua, ha pataleado, poco y con la boca pequeña, para denunciar este atropello.

Durante este tiempo de confinamiento, que se ha convertido en adiestramiento social a la sumisión, los atropellos a las libertades son una constante. El estado español aprovechó para sacar el ejército a la calle, tenía que contentar a la derecha y extrema derecha, para que desfilaran, como hizo en Iruña, o para que limpiaran las calles que bomberos, protección y civil y voluntarios y voluntarias ya venían limpiando diariamente.

Ese gobierno es aquel que lo que hoy es blanco, mañana dice que es negro. Pero no lo dice por casualidad o por error. Lo dice porque la manipulación a la que nos está sometiendo sobrepasa todos los limites. Cuando propuso la salida de niños y niñas a los supermercados, bancos y farmacias, no fue un error, fue un globo sonda para medir la respuesta de la ciudadanía. Rectifico la medida sin ningún rubor.

En este periodo de adiestramiento social, las televisiones están teniendo un papel muy importante, ayudando al Gobierno de Pedro Sánchez y del Lehendakari Urkullu a llegar hasta lo más hondo de algunas mentes. Debates y tertulias donde la crítica pasó a mejor vida, escudándose en que ahora hay que arrimar el hombro. Es curioso oír al director de Deia decir en la televisión pública, que no se ha estado al borde del colapso sanitario. Leer las declaraciones del Ararteko diciendo que hay que revisar las residencias porque tienen un alto fin lucrativo, es como para decirle que se lo haga mirar. Durante años las denuncias de la privatización de los servicios socio-sanitarios, de las pésimas condiciones laborales de sus trabajadoras y del lucro de sus gestores ha sido una constante. Pero ha sido necesario que hayan muerto cientos de personas mayores, para que se den cuenta de esta situación.

En este adiestramiento, a parte de las televisiones y algunos medios escritos, es sangrante ver la actuación de algunos miembros de la policía local y autónoma. El abuso de poder que se está ejerciendo por parte de algunos cuerpos policiales, es surrealista. Esos que se paran a hablar juntos, sin mantener distancia social, ni protegerse con mascarilla, son algunos a los que tenemos que justificar el por qué y el a dónde de cada paso que damos.

Se llama a la responsabilidad ciudadana. Es curioso que quien hace este alegato, sea quien al personal sanitario lo dota de mascarillas que no protegen, utiliza test con baja sensibilidad, no facilita EPIs y manda a trabajar sin hacerles test. Quien ha descubierto ahora que hay residencias que parecen campos de exterminio y abandona a nuestros mayores y al personal socio-sanitario a su suerte.

Aquellos y aquellas que nos exigen responsabilidad, son quienes nos confinan en nuestras casas, pero nos mandan a trabajar sin importarles en qué condiciones. El Lehendakari, con sus consejeros y consejeras, preocupados por la economía han mandado a los trabajadores y trabajadoras a sus empresas, sin ningún medio de protección, porque la economía es muy importante. Han reducido los horarios del transporte público, para que en situación de confinamiento, se vaya más hacinado. Efectivamente la economía es muy importante, tanto como que hay familias que no tienen para comer. Pero estos no importan. Hay ayuntamientos que son incapaces de atender estas situaciones, siendo el voluntariado y las gentes de los pueblos, quienes con sus aportaciones están consiguiendo que todos los días tengan un plato en su mesa, pero no vacío.

La falta de medios de protección esta siendo una constante en toda esta pandemia. A pesar de eso, el Lehendakari ha querido ignorar el trabajo realizado por científicos de la UPV, quienes en un tiempo record han puesto en su mesa unos test de muy alta sensibilidad y bajo coste para hacer frente a esta pandemia. La presión social, la denuncia pública de la ciudadanía y docentes firmando y publicando manifiestos de apoyo, han hecho sentarse a la consejera Murga a firmar con la upv un convenio de colaboración para poner esos test en marcha, casi 20 días después. Habrá que ver si los utilizan o no.

Por si esto fuera poco, el lehendakari, en una de sus comparecencias, nos deleita con que quiere que las elecciones autonómicas se realicen en julio. En un momento en el que estamos confinados para la mayoría de las actividades, con una crisis sanitaria y económica grave, lo importante es ir a votar. La razón que el señor Erkoreka dio para justificar esta propuesta, fue que estudiando que lo que pasó con la gripe de 1918, el rebrote fue en Octubre, y ahora puede suceder igual. Sabia conclusión y argumentación. Es curioso que tengan tanta prisa en hacer elecciones y no tengan ninguna en resolver la OPE de Osakidetza, esa que les ha puesto en el punto de mira por fraude ¿No será que sus cálculos e intereses son otros?

Hay una cosa clara. Si no nos cuidamos y protegemos nosotros y nosotras, quienes gestionan esta pandemia han demostrado que no lo van a hacer como deben. Pero cuidarse no significa callar y acatar sin rechistar.

Mantengamos medidas extremas de higiene, distancia social, hagamos caso al personal que está luchando contra esta pandemia con uñas y dientes (sanitarias, limpiadoras, administrativas, bomberos, cajeras, voluntarias, etc…), a todos esos que están luchando de verdad contra la pandemia. No olvidemos que la COVID-19 ha venido y ha sido para quedarse.