Globalización

El coronavirus ha puesto en evidencia los grandes fallos de la globalización. Esta acarreando secuelas indeseables y situaciones de gran incertidumbre.
La palabra globalización, la verdad que no sonaba muy bien cuando la empezamos a oír. Y empezó a chirriar cuando se empezó a ver quienes la defendían y defienden, a ultranza.

Como dice el refrán, el tiempo pone a cada uno en su sitio, y eso es una gran verdad. Así ha sucedido con la globalización.

Si valoramos el significado literal de globalización, la valoración no puede ser otra, que positiva. Intercambio de mercados, tecnología, investigación, productos, cultura, memoria, paisaje, territorio,medio ambiente, entre los pueblos. Pero la realidad nos ha demostrado, que en la práctica la globalización no tiene un resultado positivo.

Por si alguien tenía dudas sobre lo negativa que es la globalización, la pandemia nos lo ha demostrado, no con ejemplos, sino con hechos.

Hemos visto que en vez de abrirse mercados, se han ido cerrando. Se ha dejado en manos de algunos la exclusividad de los productos, llevándonos a situaciones muy graves, como es el desabastecimiento.

El cierre de fronteras supuso, y está suponiendo, que la industria que depende de materiales que la globalización ha llevado a otros países tenga que parar sus empresas. No a los stocks en las empresas está siendo un gran problema para el comercio y la industria.

En lo que respecta a la alimentación, se nos ha llenado el mercado de productos no locales. No se ha hecho para abrir el mercado a otros países, que nadie se llame a engaño. Estamos consumiendo productos que están suponiendo la ruina para sus países de origen. Las mujeres Mexicanas recientemente se manifestaron para protestar por la masificación del comercio del aguacate. Están destruyendo sus bosques y sus cultivos de aguacate ecológicos, para sustituirlos por grandes campos de producción, tratados con los fertilizantes más agresivos para la salud, para ser parte de la globalización. Pobreza y enfermedad es lo que está suponiendo.

No debemos olvidar el desabastecimiento de mascarillas, tan necesarias para poner barrera a la covid. La dependencia de otros países para abastecernos de determinados productos, nos ha puesto y nos va a poner en situaciones límite.

La defensa del producto local no es un lema reivindicativo. Es una necesidad vital. Eso no quiere decir que tengamos que situarnos frente a la globalización. Sí frente a la que nos están imponiendo.

Globalizar es intercambiar, no anular a unos para enriquecer y dar poder a otros. Euskal Herria es un país que tiene muchas capacidades, en muchos ámbitos. Tenemos capacidad de compartir, comprar y vender.

El comercio de alimentación local es el que nos ha abastecido durante los momentos de restricciones más duras. La industria ha sido capaz de reinventarse y abastecernos de lo que estábamos más necesitados, mascarillas, epis, respiradores, etc…, para poder protegernos frente a la covid. Para salvar vidas. No olvidemos que profesores de la upv fueron capaces de crear en un tiempo record, online, test para diagnosticar la covid, que el Gobierno del Sr. Urkullu ignoro.

Globalización si, pero no destrucción, ni enriquecimiento de unos pocos a costa de pobreza y precariedad de muchos.