Jon Idigoras

Considero que existen personas atemporales con una proyección y un alcance político y humano que trascienden de una manera determinante en el devenir de los acontecimientos.

En ocasiones casi tan importantes como las ideas son quiénes y de qué manera las transmiten. La naturalidad suele ser proporcional al atractivo y cuando estas cualidades se aderezan con la coherencia entre la teoría y la práctica, el coctel resulta necesariamente explosivo.

Recuerdo como me reí cuando con tu media sonrisa me apercibiste que era carne de talego. Siempre presto para la broma, para quitar hierro, dotado de una inteligencia natural que atraía como un imán a distintas generaciones.

Que costosa era y es la vida para aquellos que deciden vivirla sin tener precio. Mujeres y hombres imprescindibles para poder entender tantas décadas solapadas y transmitidas en voz baja. La memoria de lo que no nos permiten recordar, el relato de lo que nos hizo reir o llorar, recular y avanzar.

Lo que jamás pudieron comprar con pesetas no lo lograran con euros. A pesar de ellos, nos queda mucho poso Jon, tu sonrisa nos sigue contagiando y nunca comprenderán que más allá de indicarnos el camino, nos hicisteis ser mejores personas. Vuestra historia tiene poco de épico y mucho de honestidad, humildad y dignidad.

Os seguiremos buscando en tinta o en videos, en lo grande y lo pequeño. Espantando a rivales cangrejeros al grito de “alto a la guardia civil”, riendo a escondidas cuando Bego nos echaba la bronca tras hacer alguna trastada, preguntando al feriante del organillo si estaba usando a un perro de equilibrista porque se habían comido a la cabra… y otras tantas y tantas perfectas tonterías que contrariamente a lo que suele ocurrir, agrandaban tu figura y no tu ego.

Pero también en lo grande… como os hemos echado de menos en esta última fase. Y es que al hacer la ciaboga nos ha entrado agua y llevamos una década achicando la trainera. La marea permanece embravecida y seguimos teniendo a parte de la tripulación alejada en alta mar. Los traeremos. Qué le vamos a hacer, os quisimos y les queremos casi tanto como nos enseñasteis a querer a esta tierra, a este pueblo.

“Esan ezin diren gauza txikietan,

ta ahaztu ezin direnetan,

aurkituko zaituztegu”.

Beti gogoan Jon!!

Gora Euskal Herri independientie!!