El zornotzarra Juan Luis Areitio Gerediaga fue detenido y torturado por la Policía y la Guardia Civil en mayo de 1984, en el intervalo de una semana. Tras pasar varios días incomunicado en los cuarteles de Indautxu y La Salve, fue puesto en libertad sin cargos.

Este es su testimonio:

“Me detuvieron en mi puesto de trabajo, una vez en el coche comenzaron a golpearme. Tras pasar por el cuartel de Zornotza me llevaron al monte, a algún lugar entre Larrabetzu y Morga. Allí continuaron los golpes y el martirio”.

“Sentí miedo por mi mujer y mi familia. Estuve dos o tres meses sin poder conciliar el sueño, perdido, paranoico, con miedo al escuchar cualquier ruido”.

En cuanto al informe sobre las torturas y los malos tratos ocurridos entre 1960 y 2014 en la Comunidad Autónoma Vasca, Areitio valora positivamente el estudio realizado por la UPV a petición del Gobierno Vasco, pero considera que no recibirá el reconocimiento de las instituciones.

“El informe está bien, pero debiera haberse hecho antes. Dudo que reciba reconocimiento institucional. Basta ver la actitud del PP, del PSE o incluso del PNV, que actúa como si el tema no fuera con ellos”, lamenta.

“Al igual que en la CAV, espero que en Nafarroa también se pueda llevar a cabo una investigación sobre la práctica de la tortura”, concluye.

Paco Etxeberria Gabilondo, director de la investigación sobre torturas del Instituto Vasco de Criminología:

“No existen palabras en los idiomas ni en los diccionarios, para describir el nivel de sufrimiento de una persona que está siendo torturada”.

Martxelo Otamendi Egiguren, director de Euskaldunon Egunkaria hasta su cierre por orden judicial y actualmente director del diario Berria:

“De los 5 días que duró mi incomunicación, tres de ellos me tuvieron de pie en una celda mirando contra la pared en sesiones cuatro a cinco horas, con intervalos de veinte minutos para poder echarme en un colchón, pero sin poder dormir”.