La violencia machista aumenta y esto nos debería hacer reflexionar, pero no para dejarlo ahí. El número de agresiones, sobre todo a mujeres, pero también a niños y niñas, lejos de reducirse, crece.
Llevamos años concentrándonos en las plazas de los pueblos y de las ciudades. Leyendo declaraciones de repulsa desde las diversas instituciones. Pero el número de agresiones no deja de crecer. Los hechos y cifras demuestran que esto no es suficiente..