Si en algún sitio sabemos lo que es arbitrariedad, a la hora de interpretar y aplicar la “justicia”, es en Euskal Herria.
Me sorprende, pero a la vez, me agrada, que últimamente una parte de la sociedad esté siendo muy crítica, en cómo se aplica la ley, desde los poderes judiciales.
Recientemente hemos visto como a los jóvenes de Altsasu se les mantiene en la cárcel, por una pelea callejera. No hay ley que sostenga esta situación, salvo que responda a los intereses partidistas de un gobierno, como es el caso.