¿Cuál es la situación del preso Gorka Palacios?

El durangarra Gorka Palacios lleva catorce años y actualmente se encuentra en la prisión de Saint Maur (638 km). El próximo año termina la condena impuesta en el Estado francés, pero es muy probable que París le entregue a la Audiencia Nacional española y que vuelva a ser encarcelado. La zornotzarra Irantzu Zabala es compañera de Gorka. Tienen una hija en común: Naia. Durante estos largos años que Gorka lleva en prisión, la política de alejamiento ha condicionado la vida de Irantzu y Naia, cuya situación aparece reflejada en estas líneas.

El durangarra Gorka Palacios Aldai nació el 17 de octubre de 1974. Tiene 43 años y lleva más de 20 fuera de casa.

El 9 de diciembre de 2003 fue arrestado cerca de la ciudad fracesa de Pau y lleva más de 14 años en prisión.

Fue juzgado en noviembre de 2008 y hasta entonces permaneció en la cárcel de Fleury Merogis en situación de prisión provisional.

En 2010, fue puesto a disposición de las autoridades españolas, para ser juzgado en la Audiencia Nacional. Aunque en un principio la entrega se hizo para seis meses, pasó 22 meses, casi dos años, en las cárceles de Soto del Real y Estremera sometido al régimen de aislamiento.

En 2012, fue devuelto al Estado francés y encarcelado en Saint Maur, donde pasó 18 meses, hasta que le devolvieron al Estado español para un nuevo juicio. En esta ocasión, pasó un año dispersado en Soto del Real, Valdemoro y Ocaña I.

En 2013 regresó a Saint Maur, donde permanece hasta el día de hoy.

En 2018 terminará de cumplir la condena en el Estado francés, pero existe el riesgo de ser entregado a las autoridades españolas para que cumpla las penas impuestas en otros sumarios: 30 años, exactamente.

Durante estos largos años en prisión, ha levado a cabo seis huelgas de hambre y otras protestas como plantos y «chapeos» para denunciar las condiciones excepcionales que se aplican en prisión a los presos vascos.

Sin tener en cuenta los periodos que ha pasado en cárceles españolas, su estancia en prisiones francesas ha obligado a familia y amigos a hacer largos viajes para poder visitarle: Fleury está a 884 kilómetros y Saint Maur a 638.

Entre 2003 y 2010, Irantzu Zabala tenía las visitas quincenalmente y, desde entonces, puede ver a Gorka una vez al mes.

Tanto en el Estado español como en el francés, cada visita tiene un coste de entre 250 y 300 euros. Si tenemos en cuenta que Gorka lleva catorce años en prisión, no resulta difícil calcular el gasto que ha supuesto para familia y amigos.

Irantzu ha tenido que organizar su proyecto de vida en torno a la situación de encarcelamiento de Gorka y, de una manera más notable desde que, el 17 de agosto de 2009, naciera Naia.

Naia es otra «niña de la mochila», que no ha conocido a su padre en libertad. Le visita una vez al mes. Hasta que cumplió seis meses, iba a las visitas con ama y amama, aunque a día de hoy va únicamente con Irantzu, su madre.

Cada mes, Naia pierde dos días de clase para poder ir a visitar a su aita y también su vida está completamente condicionada, más aún cuando va haciéndose mayor: la relación con sus amistades, los cursos…

Tanto Irantzu como el resto de la familia tratan de que la situación de su aita afecten lo menos posible a Naia, pero resulta imposible.

Naia, Irantzu y sus familiares y amigos quieren y necesitan a Gorka en casa.