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Son ya 21 las personas muertas en 2017 en sus puestos de trabajo según los sindicatos. ¿Dejaremos que Kepa sea un número más en esta lista macabra, o de verdad lucharemos entre todas para que hay sido el penúltimo? (el día 3 de mayo se registro otro muerto más en “accidente laboral” en Azkoitia).

No pensaba escribir sobre este duro tema pero al ver la reacción de las diferentes administraciones tanto de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, como las del gobierno municipal de Zornotza, me gustaría realizar una denuncia pública de lo sucedido.

Lo ocurrido en la piscinas de Gane de Zornotza no fue un “accidente laboral”, sino el resultado de poner la productividad y los dividendos por encima de la salud de las trabajadoras. La precariedad, las subcontratas, los ritmos altos de trabajo, la falta de seguridad, etc. producen que se sigan produciendo estas muertes. Y esto tiene un nombre, esto es sencillamente terrorismo patronal.

Todas las instituciones implicadas que en teoría tendrían que velar para que estas muertes no se produzcan miran para otro lado y escurren el bulto. Comentan que Kepa no murió por una intoxicación de CO2 cuando todavía de esta investigando lo sucedido intentando quitarse responsabilidades al ser una subcontrata del ayuntamiento. Quieren que todo pase rápido, por si acaso les afecta en las próximas elecciones municipales, solo miran a sus propios intereses personales y políticos olvidando que un vecino de su pueblo murió en su puesto de trabajo.

Hoy en día la mayoría de servicios del ayuntamiento de Zornotza están subcontratados, por lo que deberíamos exigir que estos servicios sean contratados directamente por el ayuntamiento para intentar conseguir unas condiciones de trabajo dignas y que no tengamos que volver a lamentar ninguna muerte más en el trabajo.