Amorebieta-Etxano debe ser el municipio de Euskal Herria con la mayor densidad de líneas eléctricas de alta tensión. Estamos hablando de 22,3 km sólo en líneas de Muy Alta Tensión (Gatika- Itsaso 400 kV, Abadiano-Basauri 220 kV) y Alta Tensión, sin contar con la línea Gueñes-Itsaso de 400 kV, ahora mismo en construcción a las faldas de Belatxikieta.

Por si esto fuera poco, está en tramitación otra línea eléctrica de Muy Alta Tensión desde Altsasu hasta Gatika, que también sobrevolará el municipio (con 14 torres de 50-70 m de altura) y que, atención, tiene por objeto evacuar en Gatika la energía generada en varios parques eólicos y fotovoltaicos previstos en Zaragoza. Si, han leído bien, ¡en Zaragoza!

Parece una broma, pero no lo es, el proyecto en cuestión ha sido puesto en información pública hace unas semanas. Resulta surrealista que en nombre de la “energía verde” sea necesario construir una línea que atraviesa tres comunidades autónomas a lo largo de cientos y cientos de kilómetros.

Una vez más, prevalece el interés económico sobre el interés social y ambiental, ya que tanto Gueñes-Itsaso como esta nueva línea tienen por principal objetivo evacuar el “excedente” de energía generada en el Estado Español hacia Europa, en otras palabras, vender a Europa la energía renovable generada en España. Aunque nos lo pinten de verde, que vende mucho, es en realidad todo un negocio.

Las vecinas de Amorebieta somos unas privilegiadas, en apenas 5 minutos a pie del centro urbano podemos disfrutar de la naturaleza, hacia el norte Bizkargi, hacia el sur la sierra de Aramotz. Pero, en el día a día vivimos de espaldas a nuestro entorno rural, y para cuando nos queramos dar cuenta, nuestros dos montes de referencia serán atravesados por sendas líneas eléctricas con enormes torretas y calles de seguridad bajo las cuales se arrasará toda vegetación arbolada y arbustiva, creando en el paisaje dos grandes cicatrices. Cicatrices que no solo distorsionarán el paisaje ante nuestros ojos, sino que supondrán un importante impacto para la vida silvestre, y sobre todo, para las aves, en una zona de corredor entre Urdaibai y Urkiola.

La central térmica, el TAV, el túnel de Autzagane, la línea eléctrica Gueñes-Itsaso… No hay megaproyecto que no afecte a nuestro municipio, igual ya estamos suficientemente saturadas, ¿no creéis? Ya es hora de plantarse y preservar lo poco que nos queda de nuestro entorno. Que no llenen nuestros montes en armatostes de acero.