Ospa!

altasu-mani2Colombia, país castigado por un duro conflicto donde los haya, camina con pausa y paso firme hacia su resolución. Por el contrario, el NO de la sociedad colombiana a los acuerdos de Cartagena de Indias nos debería hacer reflexionar sobre la manera idónea, no perfecta, de afrontar un proceso de estas características. De lo importante que es la construcción de un marco de negociación y acuerdo político, pero también de otro que genere un sentimiento general sobre la necesidad de ese acuerdo.

Nos conviene por tanto tomar nota de lo ocurrido en Colombia, que pese a los miles de kilómetros de distancia geográfica, pero principalmente social y política, nos advierte del peligro avanzar dejando las riendas de la superación de un contencioso de estas características, únicamente en manos de elites políticas o diplomáticas.

Pero el ejemplo colombiano choca con nuestra realidad. La situación de bloqueo no cesa por parte de ambos estados. Esto no cambiará la determinación de ETA, pero sí que dificultará una salida dialogada, racional e integral al conflicto.

En Madrid ya se difuminó cualquier perspectiva de cambio.  A su vez cometeríamos un error si situásemos el circo socialista en un mero cálculo electoral. Todo lo ocurrido tiene más que ver con una crisis de Estado, que con una lucha de poder interna. Y es que ningún agente representa mejor que el PP y el PSOE, a un sistema corrompido que lo que verdaderamente busca es su propia subsistencia.

Estado es gobierno, pero no solo eso. Estado es ejército, poderes económicos y mediáticos… élites y lobbies que desequilibran la balanza a un lado u otro. Si uno presta atención a los acontecimientos políticos más relevantes de las últimas décadas, rascando un poco, podrá comprobar que los hilos que se mueven más allá de Génova, Ferraz o Sabin Etxea, han sido determinantes a la hora de optar entre el statu quo o un verdadero cambio demócratico. Uno que termine con la represión estructural que padecemos. Esa violencia que no hace sangrar, pero que nos afecta de manera directa: empleo, educación, exclusión social…

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Y sobre violencias que si nos han hecho sangrar, y mucho, un último apunte:¡ya nos llamaron alimañas señora Barkos! Dicen que tropezar con la misma piedra es inherente al ser humano, casi tanto como dar el beneficio de la duda a la Guardia Civil. Que se lo pregunten al edil socialista de Altsasu, desautorizado por su partido tras unas declaraciones que constatan la ocupación militar permanente en Sakana.

Es previsible que la denuncia de los altsasuarras caiga en saco roto, como la presentada recientemente por un vecino de Zornotza, tras ser amenazado de muerte por la Guardia Civil en un control de carretera. En definitiva, cuando hablamos de la necesidad de más zonas verdes, no nos referimos ni a La Salve ni a Intxaurrondo.

OSPA EGIN DEZATELA!!      OSPA EGIN DEZAGUN!!