Colombia, país castigado por un duro conflicto donde los haya, camina con pausa y paso firme hacia su resolución. Por el contrario, el NO de la sociedad colombiana a los acuerdos de Cartagena de Indias nos debería hacer reflexionar sobre la manera idónea, no perfecta, de afrontar un proceso de estas características. De lo importante que es la construcción de un marco de negociación y acuerdo político, pero también de otro que genere un sentimiento general sobre la necesidad de ese acuerdo. Gehiago Irakurri